cargados de deseos irreales con raíces en el instinto humano3. Quienes siguieron a Freud fueron en principio hostiles a las creencias bíblicas. Las doctrinas fundamentales del movimiento fueron, por tanto, basadas sobre presuposiciones abiertamente anticristianas. Para Freud y sus seguidores el ser humano no fue sino un animal motivado por los impulsos sexuales y otras necesidades de su ego. Con mucha justificación a la iglesia se le previno sobre estas ideas. Las teorías de Freud estaban entre
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